MSF lleva desde 2015 proporcionando asistencia médica a personas refugiadas y solicitantes de asilo en Malasia. Este país no es firmante de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de las Naciones Unidas de 1951, por lo que estas personas son penalizadas por la legislación nacional: se arriesgan a ser arrestadas y tienen poco acceso a la atención médica y a la protección.
Trabajamos en estrecha colaboración con las comunidades refugiadas, con el fin de asistirlas en aquellas necesidades que ellas mismas identifiquen. Aunque el COVID-19 interrumpió temporalmente algunos de nuestros servicios, seguimos brindando apoyo y nos centramos en las personas afectadas por la pandemia, con distribuciones de alimentos y suministro de medicación. Asimismo, proporcionamos atención médica general, promoción de la salud y asesoramiento y apoyo psicosocial mediante clínicas móviles y una clínica fija en Penang, todo ello en colaboración con la ONG local ACTS. También colaboramos con clínicas locales y hospitales públicos para derivar a los pacientes con necesidades específicas.
En colaboración con otras dos ONG, Mercy Malasia y Suka Society, trabajamos en varios centros de detención de migrantes. Además de ofrecer atención médica y apoyo en salud mental, distribuimos artículos de primera necesidad y de higiene, tales como jabón, toallas sanitarias y pañales.
Nuestras actividades de incidencia política y trabajo en red se centraron en los refugiados y solicitantes de asilo que necesitaban protección. Derivamos a los solicitantes de asilo a ACNUR (*) para que evaluara su estatus y en su caso fueran registrados como refugiados. También seguimos abogando por el desembarco seguro de los rohingyas que intentan llegar a Malasia por mar; precisamente, en junio, atendimos y asesoramos a grupos de rohingyas llegados a la isla de Langkawi. MSF reclamó a las autoridades una respuesta al COVID-19 con “atención médica para todo el mundo” y la reforma legal para que refugiados y solicitantes de asilo no sean penalizados ni arrestados cuando se acercan a un centro de salud para pedir atención médica, por ejemplo para el COVID-19.
(*) Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.