De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones, 2.297 personas se ahogaron o desaparecieron en el mar Mediterráneo en 2018, la mayor parte de ellas en aguas internacionales entre Libia, Italia y Malta. La del Mediterráneo siguió siendo la ruta de migración más mortífera del mundo.
Por otra parte, miles de supervivientes fueron rescatados pero devueltos a Libia por la fuerza, con el apoyo de la Unión Europea (UE) y en violación del derecho internacional. En Libia, los refugiados y migrantes son sometidos rutinariamente a abusos, explotación e inhumanas condiciones de detención, que tienen graves consecuencias en su salud física y mental.
El barco de búsqueda y rescate Aquarius, operado por MSF y SOS Méditerranée, asistió a 3.184 personas en 2018. En junio, el nuevo Gobierno de Italia tomó la decisión sin precedentes de cerrar sus puertos a los rescatados, lo que dejó al Aquarius, con 630 personas a bordo, varado en el mar durante ocho días. Finalmente, el Aquarius fue aceptado por el Gobierno español y pudo desembarcar a los rescatados en Valencia, a más de 1.300 kilómetros de distancia.
Leer más sobre las operaciones de rescate en el Mediterráneo
La decisión italiana tuvo fuertes repercusiones en toda Europa y sentó un peligroso precedente, que paralizó las actividades de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central. En los meses que siguieron, los Gobiernos europeos no ofrecieron una solución sostenible para compartir la responsabilidad de atender a las personas que llegan a las costas europeas. Así, hasta finales de año, los barcos de rescate y los supervivientes que llevaban a bordo quedaron varados durante días o semanas hasta que se llegaba a acuerdos especiales.
En agosto y septiembre de 2018, el Aquarius sufrió más presión política. A pesar de que cumplía totalmente con las regulaciones marítimas y las especificaciones técnicas, fue despojado de su bandera y su registro, primero por Gibraltar y luego por Panamá, a instigación del Gobierno italiano. Sin bandera, el Aquarius no podía seguir navegando.