¿Sabías que llevamos 40 años de trabajo ininterrumpido en Colombia?
En 40 años de historia, hemos trabajado en departamentos y regiones con necesidades humanitarias relacionadas a afectaciones por conflicto armado, desastres naturales o graves limitaciones en el acceso a servicios de salud.

Un poco de nuestra historia en el país
Llegamos al país en 1985, tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz el 13 de noviembre. Entregamos 22 toneladas de suministros para la población afectada y permanecimos un año en el lugar de la tragedia.
En la década del '90, implementamos proyectos en departamentos como La Guajira, Cauca, Santander, Antioquia, Cundinamarca, Caquetá, y atendimos desastres naturales como el terremoto de Armenia en 1999.
Del 2000 en adelante, acompañamos a las comunidades afectadas por el conflicto armado en departamentos como Norte de Santander, Arauca, Nariño y Chocó. Después del 2010, realizamos intervenciones en comunidades con necesidades de salud, como Buenaventura, donde desarrollamos un proyecto de atención a pacientes con tuberculosis, o Tumaco, lugar en el que nos enfocamos en trabajar con víctimas de violencia. También continuamos la atención en desastres naturales, como los deslizamientos en la ciudad de Mocoa en 2017.
En 2024, finalizamos un modelo de salud comunitario con enfoque étnico desarrollado durante tres años en el departamento del Chocó. Nuestros equipos capacitaron a 48 agentes y promotores comunitarios, que realizaron consultas de salud primaria, y charlas de salud y psicoeducación.
¿Y ahora?
Actualmente, asistimos a migrantes y víctimas del conflicto en el departamento de Arauca. Nuestros equipos médicos brindan atención a poblaciones vulnerables con limitaciones de acceso a salud: en la zona urbana de la capital atienden a colombianos retornados, migrantes venezolanos y personas desplazadas; y en zonas rurales de Arauquita, Tame y Puerto Rondón, a víctimas del conflicto armado.
Además, desde enero de 2025, lanzamos una respuesta de emergencia en la subregión de Catatumbo, en Norte de Santander, tras la agudización del conflicto armado. Allí, llevamos clínicas móviles, con atención médica, apoyo psicológico y asistencia humanitaria a comunidades afectadas por confinamiento en Ábrego, Teorama, Ocaña y Tibú.
También continuamos monitoreando las emergencias médico-humanitarias derivadas de violencia, conflicto armado, desastres naturales y migración, para prestar apoyo cuando sea requerido.