Nuestro trabajo está guiado por la ética médica y por los principios de la acción humanitaria. Respetar y defender estos principios nos permite prestar ayuda urgente a quien más lo necesita:
Humanidad: todas las personas tienen derecho a ser asistidas en su hora de mayor necesidad.
Independencia: ningún poder político, económico o religioso dicta nuestras acciones.
Imparcialidad: no preguntamos por la raza, la religión o la ideología de los pacientes.
Neutralidad: no tomamos partido por nadie, solo por las personas que necesitan ayuda.
Ética médica: nuestra obligación como médicos es asistir sin causar daño.
Además, estamos comprometidos con los siguientes principios y valores:
Proporcionalidad: nuestra asistencia responde equilibradamente a las necesidades que detectamos.
Profesionalidad: estamos comprometidos con la calidad y la eficacia de la ayuda.
Proximidad: proporcionamos asistencia directa, sin intermediarios.
Compromiso individual: asumimos una responsabilidad personal con nuestro trabajo y aceptamos los riesgos que entraña.
Sin ánimo de lucro: no generamos beneficios para nosotros mismos: destinamos los fondos recibidos a acción médica, testimonio, administración y captación de recursos.
Control de la ayuda: nuestro trabajo y nuestras finanzas están sometidos a estrictas supervisiones internas y externas.
Transparencia: nuestras cuentas e informes financieros son públicos.