Burkina Faso: «Si no se reciben nuevos suministros pronto, la ciudad realmente se quedará sin nada»

Mariam es una de nuestras pacientes desplazadas internamente en Kaya, Burkina Faso. "Cuando está lloviendo, tenemos que dormir debajo de una lona plástica con mis nietos, porque no tenemos refugios adecuados", nos cuenta.MSF/Mohamed El-Habib Cisse.

Entrevistamos a Alfarock Ag-Almoustakine, coordinador de proyectos de nuestra organización en Djibo, Burkina Faso, para que nos cuente sobre la grave situación que está atravesando el país.

¿Cuáles son tus reflexiones al concluir tu tiempo de trabajo con Médicos Sin Fronteras en Djibo?

“Me impactó especialmente la rapidez con la que se deterioró la situación durante los meses en que trabajé en Djibo. La ciudad ha estado sometida a un bloqueo desde febrero. La población tiene dificultades para adaptarse a los problemas de seguridad. No pueden acceder a sus granjas en las afueras de la ciudad y tampoco pueden cuidar su ganado, ya que hay escasez de alimentos y agua. En la actualidad, la situación es crítica y muy preocupante, no solo en Djibo, sino también en localidades como Pama y Sebba (de hecho, en casi todo el país). Ahora más que nunca, se deben intensificar los esfuerzos de ayuda en todo el país. Las necesidades más urgentes son de agua y saneamiento y atención médica”.

¿Cómo describiría la situación actual en Djibo?

“Djibo ha sido asediada por grupos armados durante los últimos ocho meses. Esperamos que todas las partes puedan encontrar una solución para abastecer a la ciudad lo antes posible para prevenir una catástrofe humanitaria. La situación de seguridad en la ciudad se ha deteriorado drásticamente desde 2019. Es imposible llegar a ella por carretera debido a la presencia de dispositivos explosivos improvisados, emboscadas, ataques y los puestos de control irregulares instalados en la carretera. Actualmente, es muy difícil abastecer a la ciudad por tierra, y los residentes arriesgan su vida cuando van y vienen. Hoy en día, la única manera segura de llegar a Djibo es mediante un vuelo humanitario alquilado desde Uagadugu. 

A veces, la ciudad misma también es muy poco segura, ya que hay ataques esporádicos de los grupos armados, como sucedió en junio. 

Como resultado, las necesidades humanitarias se multiplicaron desde julio, que fue la última vez que la ciudad recibió suministros. La situación está afectando considerablemente a los residentes, que ahora dependen de los escasos convoyes de suministros escoltados por el ejército. En el mercado no se encuentra nada, y el combustible se ha vuelto escaso. Todos los residentes se quejan de lo mismo: la escasez de alimentos y los altísimos precios de los pocos alimentos que hay”. 

¿Qué efecto está teniendo el asedio en la salud de las personas?  

“Las dificultades para conseguir medicamentos y las demoras en las consultas médicas –a menudo porque la gente no las puede pagar– han sido un problema en Djibo durante meses. Pero actualmente, debido al bloqueo, los centros de salud también sufren una escasez de suministros médicos. La atención para la desnutrición, por ejemplo, se ha reducido por un tiempo en el distrito debido a la escasez de alimentos terapéuticos preparados. 

Nuestro equipo médico se ha enterado de las muertes en la comunidad a través de trabajadores de salud de la comunidad y organizaciones locales de la sociedad civil. Pero esto aún no se ha confirmado con nuestros datos médicos. No cabe ninguna duda de que la situación es crítica, pero no podemos confirmarlo, ya que se necesita un análisis más profundo. 

El ataque más reciente contra un convoy en la carretera hacia Djibo tuvo lugar apenas la semana pasada, por lo que la única opción son los vuelos del Servicio Aéreo Humanitario de las Naciones Unidas (UNHAS), pero estos también son limitados teniendo en cuenta las necesidades actuales.

¿Por cuánto tiempo cree que una familia de seis a ocho integrantes puede sobrevivir con un máximo de 5 kg de arroz? Quizás dos o tres días. Si no se reciben nuevos suministros pronto, la ciudad realmente se quedará sin nada. Es por esto que la población necesita que se establezca un corredor humanitario ya”.  

¿De qué manera afectó el bloqueo a nuestras actividades médicas en Djibo?

“En Djibo, brindamos apoyo médico y quirúrgico al Ministerio de Salud tanto en la sala de emergencias como en dos centros de salud. Los principales problemas médicos de los que se ocupa nuestro equipo son diarrea, desnutrición, malaria e infecciones respiratorias, que son el resultado directo de las condiciones de vida precarias de la gente y de la falta de agua potable. Ofrecimos 41.147 consultas de salud general entre enero y septiembre, vacunamos a 6.086 niños contra diversas enfermedades, atendimos a 289 niños con desnutrición aguda severa, atendimos a 389 niños con desnutrición aguda moderada y realizamos 244 cirugías de emergencia. 

También iniciamos actividades de distribución de agua en dos lugares para que las personas pudieran tener un mayor acceso al agua potable. Sin embargo, no es suficiente para satisfacer las necesidades de toda la población.

En las últimas semanas, por motivos de seguridad, nos vimos obligados a reducir nuestras actividades en uno de los dos centros de salud en los que trabajamos. Asimismo, tuvimos que reducir las actividades de transporte de agua, debido a la falta de combustible y a la situación de seguridad en algunas partes de la ciudad.

Nosotros también deberemos ajustarnos a esta situación para seguir ofreciendo atención médica gratuita a la población de Djibo”. 

Grupo de personas desplazadas internamente atendidas por MSF en Kaya, Burkina Faso

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