Las políticas europeas condenan a las personas a quedar atrapadas en Libia o ahogarse en el mar

Desembarco del barco Aquarius en Valencia, Epaña. Es el fin de la terrible experiencia de hombres, mujeres y niños que pasaron numerosos días en el mar.Kenny Karpov/SOS MEDITERRANEE

Los gobiernos europeos deben recobrar el sentido y poner fin a las políticas que dejan a personas extremadamente vulnerables atrapadas en Libia o las dejan morir en el mar, hemos declarado desde Médicos Sin Fronteras en el marco de la Cumbre del Consejo Europeo.

La semana pasada fue la más letal en el Mediterráneo en lo que va de año, pues al menos 220 personas se ahogaron. Estas fueron tragedias evitables. Los gobiernos europeos bloquearon las operaciones no gubernamentales de búsqueda y rescate, y dejaron la responsabilidad de los rescates a la Guardia Costera de Libia.

Los gobiernos europeos están financiando, formando y equipando a la Guardia Costera de Libia para que intercepten a barcos en peligro y los envíen de regreso a Libia, donde se mantiene a las personas en condiciones inhumanas. En un desarrollo sin precedentes, unas 2.000 personas fueron devueltas a Libia a lo largo del último fin de semana. A su llegada fueron enviados a una detención arbitraria, sin acceso al debido proceso legal.

Los mismos gobiernos europeos que hace apenas unos meses condenaron enérgicamente las denuncias sobre mercados de esclavos en Libia, parecen no dudar hoy en escalar las políticas que aumentarán el sufrimiento de las personas atrapadas allí. Personas cuyo único «crimen» es que están huyendo del conflicto, la violencia o la pobreza.

«Los estados miembros de la UE están renunciando a sus responsabilidades para salvar vidas, y están condenando deliberadamente a las personas vulnerables a quedar atrapadas en Libia o morir en el mar», dijo Karline Kleijer, jefa de programas de emergencias de MSF. «Lo hacen completamente conscientes de la extrema violencia y abusos que los refugiados y los migrantes sufren en Libia».

«MSF insta a los gobiernos europeos a mostrar algo de decencia básica y recordar que estamos hablando de vidas y sufrimiento humano. Pueden comenzar comprometiéndose con las actividades de búsqueda y rescate, y con facilitar el rápido desembarco en lugares seguros, entre los que no se encuentra Libia».

Las personas atrapadas en los centros de detención de Libia carecen en gran medida de asistencia, pues el acceso de las organizaciones humanitarias internacionales –incluyendo a MSF y las Naciones Unida– es muy limitado, lo que afecta la capacidad de monitoreo y la prestación de protección. Sin embargo, durante el último mes MSF realizó más de 3,300 consultas médicas en cuatro centros de detención. Los equipos médicos descubrieron que los principales problemas de salud están relacionados con las precarias condiciones de vida, como lo son la sobrepoblación y la falta de condiciones adecuadas de agua o saneamiento.

Mientras tanto, a pesar de la abrumadora necesidad de actividades de búsqueda y rescate, una campaña orquestada contra las operaciones no gubernamentales de búsqueda y rescate está llegando a un punto crítico. Las misiones independientes de búsqueda y rescate cada vez son más obstruidas al momento de realizar rescates en aguas internacionales, y se les niega el acceso a los puertos locales. Este fin de semana, el Aquarius fue uno de los únicos tres buques dedicados a las actividades de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central.

«Salvar vidas en el mar no es un crimen», continuó Kleijer. Sin embargo, el mensaje de los gobiernos europeos es fuerte y claro: la asistencia humanitaria no es bienvenida. Utilizar a las ONG como chivos expiatorios es una táctica para distraerse de los problemas reales: la falta de solidaridad o visión en la UE, y un sistema de asilo fracturado. Estas acciones nos bloquean y nos impiden realizar el trabajo que los gobiernos de la UE no están haciendo, a la vez que deshumanizan a personas necesitadas. Cualquier muerte causada por esta situación está ahora en sus manos«.

Contexto

  1. El 9 y 10 de junio al Aquarius, el buque de búsqueda y rescate gestionado por SOS Méditerranée en colaboración con MSF, se le negó la autorización para llevar a las personas a tierra en el puerto de seguridad más cercano en Italia.
  2. Durante la semana del 19 al 26 de junio, mientras la gente se ahogaba o era devuelta a Libia, 339 personas fueron rescatadas en el mar por la Operación Lifeline y el buque portacontenedores Maersk, quedaron en el limbo durante días porque se les negó la entrada a los puertos locales.
  3. El 26 de junio, en otro desarrollo sin precedentes, las autoridades de Malta denegaron el permiso para atracar en un puerto de rutina tanto para el Aquarius como para el barco de rescate Proactiva, Open Arms. El Aquarius ahora se dirige al puerto de Marsella, Francia, una vez más obligado a permanecer lejos de la zona de búsqueda y rescate internacional y poniendo vidas en riesgo.
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