El anuncio de la primera fase del alto al fuego en Gaza supone un grato alivio para los palestinos exhaustos, hambrientos y afligidos. Además de ser un gran alivio para las familias de todos los rehenes. Pero llega después de más de dos años y más de 67,000 vidas perdidas.
Aunque celebramos el alto al fuego en Gaza, sabemos que no marca el fin de este horrendo sufrimiento. Los habitantes de Gaza tienen que sobrevivir entre las ruinas de lo que una vez fue su hogar, afrontando inmensas necesidades médicas, psicológicas y materiales.
“Nuestros compañeros y las personas que nos rodean sienten una gran esperanza, desean que esta pesadilla finalmente termine y puedan estar en paz, recuperarse de su trauma, tanto físico como mental. Pero también hay mucha incertidumbre sobre qué sucederá y cuáles serán los próximos pasos”
Jacob Granger, coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza.
El alto al fuego en Gaza debe respetarse y mantenerse, ya que es la única manera de permitir que se brinde la atención médica necesaria a la escala que las personas necesitan desesperadamente. Esto era imposible bajo el asedio y los bombardeos.
A largo plazo, esperamos que este alto al fuego conduzca a esfuerzos para reconstruir la Franja de Gaza, incluyendo la restauración del destrozado sistema de salud.
Es necesario un aumento inmediato, masivo y sostenido de la ayuda
Las necesidades más básicas siguen siendo urgentes en Gaza: equipo médico, medicamentos, alimentos, agua, combustible. Además, un refugio adecuado para dos millones de personas que se enfrentarán al invierno que se aproxima sin un techo sobre sus cabezas.
Este alto al fuego en Gaza debe acompañarse de un aumento inmediato y masivo de la ayuda hacia y a través de la Franja. Además, es fundamental que dicha ayuda se mantenga de forma sostenida y llegue también al norte.
Las autoridades israelíes deben permitir un flujo suficiente y sin trabas de asistencia humanitaria. También deben autorizar las evacuaciones médicas de los pacientes que necesiten atención especializada urgente.
Al mismo tiempo, debe restablecerse el mecanismo de coordinación humanitaria liderado por la ONU para garantizar un acceso seguro e imparcial a la ayuda para quienes la necesiten, dondequiera que se encuentren en la Franja de Gaza.
