14 de abril: Día Mundial de la Enfermedad de Chagas

Imagen de archivo de septiembre de 2012: el triatomino, también conocido como "vinchuca", es el insecto que transmite la enfermedad de Chagas.Seamus Murphy/VII.

La enfermedad de Chagas es la enfermedad parasitaria más común y la principal causa de insuficiencia cardíaca y muerte en países endémicos de América Latina. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre 6 y 7 millones de personas se encuentran infectadas, mientras que más de 75 millones están en riesgos de contraer la enfermedad.

La enfermedad de Chagas o tripanosomiasis humana americana es una enfermedad infecciosa provocada por el parásito Tripanosoma cruzi. Afecta entre 6 y 7 millones de personas y es endémica en 21 países de Latinoamérica.

Aunque en los últimos 30 años se ha avanzado mucho gracias al control vectorial en los países endémicos, existe una gran brecha en la disponibilidad y acceso al diagnóstico y tratamiento: se estima que el 99% de las personas con enfermedad de Chagas permanecen sin diagnosticar y menos del 0,2% reciben el tratamiento que necesitan.  

Desde nuestra primera participación en la lucha contra esta enfermedad, en la década de 1990, ha habido un gran aumento de instituciones, grupos de pacientes y ONG que han tomado la iniciativa a nivel local e internacional para hacer posible la toma de conciencia, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención. 

¿Cómo se transmite el Chagas?

El mal de Chagas es una enfermedad asociada a la extrema pobreza. El organismo que transmite el Tripanosoma cruzi es un insecto conocido como triatomino, aunque es llamado popularmente como vinchuca, chinche picuda o barbeiro, según la zona geográfica. Este insecto vive en las grietas de paredes y techos de viviendas precarias construidas con ladrillos de adobe, ramas o pajas.

En los países endémicos, la vía de transmisión clásica es la vectorial: el parásito pasa a la persona a través de las heces del insecto depositadas en la piel o en la mucosa. Existen otras vías de transmisión no vectoriales, como la transmisión de madre a hijo durante el embarazo, las transfusiones de sangre, los trasplantes de órganos y la ingesta de alimentos contaminados. No se transmite por contacto directo con personas infectadas.

¿Qué síntomas tiene el Chagas?

La enfermedad evoluciona en dos fases, la aguda y la crónica, y cada una de ellas tiene características clínicas y criterios diagnósticos y terapéuticos diferentes. Generalmente, en la fase aguda, la enfermedad es asintomática.

Sin embargo, cerca del 30% de los infectados desarrolla problemas crónicos cardíacos que acortan la esperanza de vida una media de 10 años y pueden causar la muerte.

Más del 80% de los fallecimientos causados por el Chagas se relacionan con complicaciones cardíacas, tales como el fallo cardíaco, las arritmias y los tromboembolismos.

¿Cómo se diagnostica el Chagas?

La fase aguda, durante los primeros 30 a 90 días de la infección, se caracteriza por la elevada presencia de parásitos en la sangre. Por lo tanto, puede diagnosticarse con métodos parasitológicos directos, los cuales permiten visualizar directamente el parásito.

En la fase crónica, la Organización Mundial de la Salud recomienda el diagnóstico mediante dos pruebas convencionales de laboratorio y un tercer análisis, en caso de discordancia. 

Esto implica contar con un laboratorio preparado y personal capacitado, lo que supone una barrera en los países donde estos recursos tecnológicos y profesionales escasean. Para los enfermos, se traduce en una espera de semanas para conocer el resultado de las pruebas tras una extracción de sangre.

Examen de diagnóstico de Chagas en Oaxaca, México.

¿Cómo se trata el Chagas?

Solo existen dos medicamentos específicos para tratar el Chagas: el benznidazol y el nifurtimox, desarrollados hace más de 40 años. La tasa de curación es de casi del 100% en la fase aguda, pero se va reduciendo a medida que pasa el tiempo entre la infección y el inicio del tratamiento. 

Aun así, los estudios han demostrado que es posible tratar con buenos resultados a pacientes en las primeras etapas de la fase crónica incluso cuando el corazón o el aparato digestivo están levemente afectados.

¿Cómo ha sido el trabajo de MSF respecto al Chagas?

Entre 1999 y 2015, ofrecimos diagnóstico y tratamiento gratuitos del Chagas en Honduras, Nicaragua, Guatemala, Colombia, Bolivia, Paraguay, México e Italia. Facilitamos a más de 117.000 personas el acceso a las pruebas de diagnóstico y, de los 11.000 pacientes confirmados, 8.200 finalizaron el tratamiento con éxito.

Nuestro trabajo confirmó que el Chagas puede diagnosticarse y tratarse incluso en contextos de pocos recursos y en zonas rurales, y que debe integrarse dentro de la atención primaria de salud para ampliar la cobertura y que más personas puedan ser diagnosticadas y tratadas.

Es necesario, también, garantizar la producción de benznidazol y su disponibilidad para los enfermos, así como desarrollar nuevas pruebas de diagnóstico, mejores medicamentos y una prueba de curación temprana.

Concientización

Para que niños y niñas puedan conocer y prevenir esta enfermedad, preparamos una edición temática de la revista Mónica y sus amigos, en colaboración con el Instituto Maurício de Sousa de Brasil.

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