AstraZeneca debe demostrar su compromiso con precios «sin ánimo de lucro» y hacer públicas las licencias y acuerdos de la vacuna contra el COVID-19

MSF

La compañía ha asegurado que no obtendrá beneficios de la vacuna contra el COVID-19, pero se ha otorgado la potestad de declarar el fin de la pandemia en julio de 2021. Esto significa que a partir de esa fecha AstraZeneca podría cobrar a los gobiernos y otros compradores precios elevados por una vacuna que ha sido financiada en su totalidad con fondos públicos.

La corporación farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford anunciaron ayer que los datos combinados de un análisis intermedio de un ensayo de fase 2/3 en el Reino Unido y un ensayo de fase 3 en Brasil indican que su posible vacuna COVID-19 tiene un 70% de efectividad. Aunque Médicos Sin Fronteras (MSF) acoge con optimismo y cautela este anuncio, también advierte que un comunicado de prensa no es suficiente para sacar conclusiones.

AstraZeneca ha asegurado que no obtendrá beneficios de la vacuna durante la pandemia y ha declarado que los precios van a oscilar entre los 3 y 4 dólares por dosis. Se trata del precio más bajo anunciado para una posible vacuna COVID-19 hasta el momento. Sin embargo, los términos de un acuerdo de AstraZeneca con la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) revelados por el Financial Times muestran que existen límites a los compromisos públicos de ‘sin ánimo de lucro’ de AstraZeneca, y que la compañía se ha otorgado la potestad de declarar el fin de la pandemia en julio de 2021. Esto significa que, a partir de julio de 2021, AstraZeneca podría cobrar a los gobiernos y otros compradores precios elevados por una vacuna que ha sido financiada en su totalidad con fondos públicos. Además, se ha conocido que AstraZeneca puede cobrar hasta un 20% más que los costes ligados a la producción de la vacuna.

A diferencia de la mayoría de las otras vacunas candidatas primordiales de COVID-19, la capacidad de fabricación de la vacuna de AstraZeneca-Oxford está siendo aumentada a través de acuerdos con múltiples instalaciones independientes de fabricación de vacunas a nivel mundial, incluido el Serum Institute de India, Fiocruz y mAbxience. La vacuna tiene la mayor capacidad de producción proyectada del mundo. Se trata de un paso positivo en una pandemia mundial en la que cualquier vacuna COVID-19, una vez que se demuestre que es segura y efectiva, debe distribuirse de manera equitativa en todo el mundo.

La vacuna candidata de AstraZeneca y la Universidad de Oxford requiere un manejo de la cadena de frío a temperaturas estándar de frigorífico de 2-8 °C. Esta es una noticia positiva, especialmente para su posible distribución en entornos de bajos recursos donde trabaja MSF y donde los equipos de cadena de frío existentes para el almacenamiento de vacunas empleados en programas de rutina cubren este rango de temperatura.

La vacuna también es uno de los escasos candidatos que se ha puesto a disposición para COVAX (el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19). Hasta la fecha, se han prometido 500 millones de dosis para el COVAX, incluidas 200 millones de dosis del Serum Institute de India para el Compromiso de Mercado Anticipado COVAX (AMC por sus siglas en inglés) para 92 países en desarrollo.

Declaración de Roz Scourse, asesora de políticas de la Campaña de Acceso de MSF

“MSF acoge positivamente el compromiso de AstraZeneca de vender la vacuna a un precio ‘sin ánimo de lucro’ durante la pandemia pero, a menos que podamos fundamentar estas importantes afirmaciones con datos, la realidad es que es una promesa vacía.

El compromiso de vender la vacuna a precio de coste también es en vano desde que se ha revelado que AstraZeneca podría cargar un 20% de ganancias y se ha otorgado así misma el derecho de declarar el fin de la pandemia en julio de 2021, lo que se traduciría en que podría cobrar cualquier precio que desee a partir de esa fecha. Estos detalles son importantes y no sabemos qué más se esconde en estos acuerdos.

La Universidad de Oxford y AstraZeneca han recibido más de mil millones de dólares de dinero público para investigar, desarrollar y fabricar esta vacuna. Ya es hora de que la ciudadanía tenga en sus manos toda la información necesaria y de que las corporaciones estén sujetas a una rendición de cuentas.

No podemos confiar más en las buenas intenciones de las farmacéuticas durante esta pandemia; si AstraZeneca está verdaderamente comprometida con precios sin ánimo de lucro y un acceso equitativo, debe abrir sus registros y compartir de manera transparente todos los costes de I + D (Investigación y Desarrollo), ensayos clínicos, fabricación y los desgloses de precios de los productos, así como hacer públicas todas las licencias y acuerdos”.

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